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NUESTRA EMPRESA

FAQS

Hacia una nueva cultura de la iluminación con la máxima calidad.

La realidad puede ser desvirtuada debido al mal uso de luces y sombras.

Trasmita el ahorro de coste y energía a sus clientes instalando iluminación por Leds. Iluminación decorativa, técnica o de seguridad…pero siempre iluminación de bajo consumo, reduciendo drásticamente el consumo energético hasta un 90% aproximadamente.
Cambios de intensidad de la iluminación LED, distintas combinaciones de luminarias, luz directa e indirecta, iluminación de muebles, objetos y plantas de distintos modos, ángulos e intensidades e incluso alternancias de colores pueden contribuir a que un mismo espacio tenga mil vidas y usos distintos.
Por este motivo le ofrecemos una seleccionada, completa y amplia gama de luminarias LED, tanto para uso de interiores como exteriores, con el fin de ayudarle a crear, para sus clientes, ambientes únicos y especiales, acordes con sus gustos y necesidades.

Debido a que el calor es enemigo de los LEDs, es muy importante que las lámparas se encuentren lo mejor refrigeradas posibles.

Los LEDs emiten muy poco calor y, por tanto, no sufren cambios bruscos de temperatura al encenderse y apagarse, lo cual significa que prácticamente no les afecta el encendido y apagado. Por tal motivo, es mejor apagar la luz cuando no se necesite, ya que además de ahorrar energía contribuirá a que las lámparas se enfríen, alargando su vida útil.

Evidentemente, puesto que el transformador siempre conlleva pérdidas energéticas en forma de calor. Además, al no usar transformador evitaremos posibles averías en este.

Efectivamente, los LEDs de color blanco contienen menos fósforo y su eficiencia es un poco mayor que los LEDs de color cálido. Esto significa que los LEDs blancos se calientan menos y, por tanto, tienen mayor durabilidad.

Los LEDs blancos y los cálidos contienen fósforo, el cual continúa emitiendo luz después de ser apagados debido a un efecto llamado “fosforescencia”.

Esto ocurre cuando el interruptor corta el hilo neutro en vez del hilo de fase, quedando los LEDs conectados siempre al hilo de fase, lo cual les hace brillar de manera similar a los buscapolos usados por los electricistas. Si esto sucede en una lámpara conectada directamente a la red (por ejemplo, las que se colocan en el techo) significa que la instalación eléctrica no cumple la normativa, la cual obliga a que los interruptores corten siempre la corriente en el hilo de fase. Si en cambio sucede en una lámpara conectada a la red mediante un enchufe (por ejemplo, las que se colocan sobre los muebles), se soluciona desenchufando y volviendo a enchufar con la posición de las clavijas al contrario de cómo.

Las reactancias de los tubos fluorescentes (y de algunas bombillas de bajo
consumo) consumen aproximadamente lo mismo que las propias lámparas.
Así podemos decir que un tubo fluorescente de 20
watios consume realmente 40 watios (20 + 20).

Esto es algo que no suele tenerse en cuenta, pero que se ve reflejado directamente en el consumo eléctrico.
Por ello, los tubos de LEDs ahorran un 80% de energía en comparación con los tubos fluorescentes tradicionales.

Al contrario de otras lámparas, los LEDs no sufren al apagarse y encenderse,
ya que al emitir muy poco calor no soportan cambios bruscos de temperatura.

Los LEDs tienen una gran durabilidad debido a que casi toda la energía eléctrica
en luz y apenas se calientan. Pero si se impide su correcta refrigeración su vida útil puede verse acortada.

El ahorro económico que suponen las lámparas LED supera con creces a cualquier otra alternativa, siendo uno de los mayores logros de la humanidad en eficiencia energética.
Por ello, aunque el precio de las lámparas LED sea más elevado que otras opciones, se trata de una inversión que se amortiza rápidamente, con resultados muy positivos.

Las bombillas de bajo consumo, tubos fluorescentes y las lámparas de vapor de mercurio son muy tóxicos, pues están rellenos de vapor de mercurio.
Tanto es así, que incluso existen protocolos de seguridad para usar este tipo de lámparas (deben reciclarse de forma especial, qué hacer en caso de rotura…) de los cuales prácticamente no se informa a la población.
El mercurio afecta irreversiblemente a la salud y se acumula para siempre en el organismo, sobretodo en el cerebro, estando muy relacionado con la depresión y los trastornos de la ansiedad.

Por motivos puramente económicos se está promoviendo el uso de las lámparas de bajo consumo que contienen mercurio, sin alertar a la población sobre sus graves consecuencias, sobretodo usándose masivamente.
Por ello, pedimos la prohibición inmediata de las lámparas que usan mercurio, ya que actualmente está disponible la tecnología LED que resuelve este problema.

El LED se patentó en 1927, pero la abundancia de petróleo barato durante casi todo el siglo XX hacía innecesario invertir en alternativas más eficientes energéticamente hablando. Mientras la energía era muy barata a nadie se le ocurriría comprar lámparas que costaran 10 o 15 veces más caras que las bombillas tradicionales.
Pero a finales del siglo XX el precio de la energía comenzó a subir debido al agotamiento que van sufriendo los recursos naturales (carbón, petróleo, gas…), además de los problemas medioambientales que provocan los combustibles fósiles (cambio climático, contaminación…).
Ello motivó la búsqueda de otras alternativas más viables energéticamente hablando, siendo el LED una de las mejores.

Desde Luciled ofrecemos una selección, completa y amplia gama de luminarias LED.

Para uso y aplicaciones interiores como exteriores, con el fin de ayudarle a crear ambientes únicos y especiales, acordes con sus gustos y necesidades.